Robin Williams es uno de los más grande iconos de la comedia, comenzó su carrera dando shows de stand up en en Los Ángeles, donde sorprendía con su enorme habilidad para hacer un chiste de todo y de todos de una forma carismática, que dejaba a la audiencia llorando de risa. Después pasó a la televisión con series como Mork y Mindy, y, finalmente, se convirtió en una de las más grande estrellas cuando llegó a Hollywood y los tomó a todos por sorpresa.
Este no era el típico galán de Hollywood, era un hombre completamente normal y “relatable”, pero tenía un talento especial que muchos soñaban con tener, y pocos tenían. Robin Williams supo desde el primer momento que su misión era llevar un poco de alegría al mundo, así que tomó papeles divertidos e inspiradores que unían la comedia con el drama y nos recordamos que hay cosa en el mundo que vale la pena celebrar (empezando por lo que nos hace ser diferentes de los demás).
A lo largo de su carrera, Williams nos dio grandes comedias aclamadas por la crítica, profesores inspiradores, genios mágicos, padres que se niegan a separarse de sus hijos, adultos que no se olvidan de sus niños interiores y hasta médicos que le devolvieron la humanidad a sus pacientes. Williams marcó nuestra infancia con grandes historias y, aunque no todas son siempre felices, cada una de ellas tiene el poder de hacernos sentir mejor incluso cuando estamos teniendo el peor día.
Robin Williams murió sin que el mundo supiera que, lejos de las cámaras, combatía a sus propios demonios destructivos, dedicó su vida entera a hacernos reír y a darnos algo bueno cuando nada más parece serlo. Hoy más que nunca, sus películas son necesarias.
Siempre necesitamos algo que nos levante el ánimo, estas películas son la mejor opción.
Jack
En esta historia, Williams demostró que una de sus grandes habilidades era la de mantenerse como un niño, con inocencia, humor y un poco de irreverencia. Aquí da vida a un niño con una enfermedad que hace que su cuerpo esté envejeciendo muy rápido, por lo que se ve como un adulto, y a esto le suma la presión de tener que ir a la escuela por primera vez y enfrentarse a otros niños.
Good Morning, Vietnam
Nominada al Oscar, esta es una comedia biográfica en la que Williams da vida a un presentador de radio, quien en los años 60 es enviado a Vietnam para encargarse de la estación de radio de los militares, que se encuentran en plena guerra. Ahí, él decide aprovechar su espacio para brindar un poco de humor y alegría a los hombres que se encuentran en la batalla.
Hook
Esta película es clásica de los 90. El acto da vida a un hombre adicto al trabajo y que descuida a su familia, que se ve obligado a salir de su zona de confort cuando sus hijos son secuestrados por un pirata de su pasado, que lo lleva a recordar que en realidad es Peter Pan y que puede hacer cosas extraordinarias.
Una noche en el museo
Esta película familiar, que más bien es parte de una saga, se ha convertido en la favorita de muchos niños en la actualidad, porque propone la historia de que los museos cobran vida por las noches. Williams es una estatua de Teddy Roosevelt, quien le brinda toda su sabiduría al guardia nocturno que se encarga de cuidar de los “habitantes” del lugar.
Dead Poets Society
Ok, esta película no es exactamente una comedia, pero es muy inspiradora. Aquí, Williams se transforma en un profesor que no solo quiere enseñar matemáticas o literatura, quiere inspirar a sus alumnos a buscar sus sueños y a pensar fuera de la caja. El profesor los inspira a crear una sociedad secreta dedicada a la poesía que marca la vida de todos y los mantiene unidos incluso cuando la tragedia llega. No hay momento más inspirador que ver a todos esos alumnos despidiéndose del hombre que, en un corto tiempo, cambió sus vidas para siempre.
Patch Adams
Los médicos dedican su vida entera a ayudar a otros, pero ninguno lo hace como Patch Adams. Inspirada en una historia real, la película cuenta la historia de un médico que descubre que la risa puede ser la mejor terapia, así que arriesga su carrera para demostrarlo y para asegurarse de que sus pacientes mantengan un buen ánimo incluso en los momentos que más los asustan. Advertencia: vas a querer nadar en una alberca de fideos después de ver esto.
Jumanji
La versión de The Rock es muy divertida, pero no se compara con esta. La película de los 90 nos muestra un misterioso juego con consecuencias muy inesperadas, Williams interpreta a Allan, un niño que queda atrapado dentro del juego y vuelve años después, con la ayuda de dos niños revoltosos, para terminar lo que empezó hace años y que terminó cambiando la vida de sus padres y amigos.
Mrs. Doubtfire
Pocas cosas en la vida son mejores que Robin Williams disfrazado de ancianita solo para poder estar cerca de sus hijos después de que se separa de su esposa. Esta es una de las películas más icónicas del actor y su Mrs. Doubtfire es un buen recordatorio de que nuestros padres están dispuestos a hacer locuras por nosotros.
Good Will Hunting
Williams se ganó un Oscar como Mejor Actor de Reparto por su papel como el doctor Sean Maguire, un psicólogo que intenta conectarse con el personaje de Matt Damon a descubrir todo su potencial. Esta película nos demostró que Williams no solo tenía talento para la comedia, sino que era un gran actor de drama.
Aladdin
Williams también es uno de los mejores personajes de Disney, su versión del genio le dio un toque de comedia perfecto a la historia de la “rata callejera” que sueña con conquistar a una princesa. El genio es el verdadero héroe de la película y tiene algunos de los momentos más divertidos.